Holly no dejó de maldecir a Gerry mientras se ponía el conjunto que Gerry le había dicho que se comprara en abril. Había cosas mucho más importantes de las que preocuparse en aquel momento como para reparar en pequeños detalles irrelevantes como qué aspecto tenía. Se dejó el pelo suelto para que le tapara el rostro todo lo posible y se puso toneladas de rímel resistente al agua, como si eso fuera a impedir que llorara. Preveía que la velada acabaría con lágrimas. Tendía a los poderes psíquicos cuando le tocaba enfrentarse a los días más asquerosos de su vida.
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